domingo, 9 de diciembre de 2012

Al acabar la noche

Cómo Pablo Neruda, yo no puedo escribir los versos más tristes esta noche. Quizá porque no le llego a los talones, quizá por la noche más bien está nublada, triste y no estrellada como él, como su poema. 

Noches como esta, recuerdo su poema que recito con tristeza, bajito, en silencio para no ser escuchado. 

Recordar, el ejercicio inútil que me ayuda escribir sin ser escritor. El poema que me inspira a escribir, a recordar. "El viendo de la noche gira en el cielo y canta. Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Yo la quise, y a veces ella también me quería. La besé tantas veces bajo el cielo infinito. Ella me quiso y yo también la quería. Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos".

La noche hoy no canta, como dice el poema. Tal vez no tendré la suerte de vivir esa noche para escribir algo, medianamente, similar. Pero si tengo la tristeza de recordar, la noche gira y se acaba con el pasar del tiempo. Tampoco tengo la certeza de que ella me quería a veces, como él sí. 

En un fragmento que me ayuda ha aceptar que ya no estará para mí y yo no estaré para ella. Habrá alguien más en mi lugar. Aceptar. Todo lo hacemos, aceptamos. 

"Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella. Y el verso cae al alma como al pasto el rocío. Qué importa que mi amor no pudiera guardarla. La noche está estrellada y ella no está conmigo. La misma noche que hace blanquear los mismo arboles. Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos"  

Escribir no es como la vida real. Cuando escribes están sólo los que quieres que estén, no hay más, quizá, sí, un poco menos. Y al escribir eres como un pequeño Dios que crea un destino para sus actores implicados, y el tiempo pasa como deseas que pase. Al recordar la tristeza se siente menos amarga, o quizá más, pero te escuchas sin reproche. 

" De otro. Será de otro. Como antes de mis besos. Su voz, su cuerpo claro, sus ojos infinitos. Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero. Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido. Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos, mi alma no se contenta con haberla perdido. Aunque éste sea el último dolor que ella me causa, y éstos sean los últimos versos que yo le escribo".  

Al recordar el poema pienso ¿Cuando terminó? ¿al acabar la noche?