miércoles, 29 de diciembre de 2010

El pajarito

En una casita muy humilde de tablas, alejada de la ciudad, se encontraba un señor de mediana edad y un pajarito que lo acompañaba. El pajarito no andaba en jaula, volaba por toda la casa, pero el señor siempre se aseguraba de cerrar las ventanas. El señor le daba algunas libertades, el pajarito podía volar libre por toda la casa y hacer lo que quisiera, pero no salir fuera de ella. El pajarito se sintió insatisfecho, sentía que podía ser más libre, sentía que podía ser mas feliz. Un día el señor se descuidó y dejo la ventana abierta, cuando se dio cuenta el pajarito estaba volando libre y feliz. El señor salió de su casa, trató de atraparlo, de recuperarlo, hiso todo lo posible, pero no pudo, el pajarito había volado ya lejos. El señor se entristeció, de vez en cuando buscaba verlo por la ventana, lo recordaba, esperaba que vuelva.
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El pajarito voló fue feliz (no es que no haya sido feliz con su dueño, pero quería ser más feliz, quería la felicidad absoluta donde no quepa la tristeza) en escazas ocasiones recordaba a su dueño. Su dueño lo extrañaba, se sentía solo, pero con el tiempo fue comprendiendo que el pajarito no volvería, lo aceptó. El pajarito tuvo noches frias, conoció el mundo más a fondo, se dió cuenta que el mundo no era lo que él esperaba, que la felicidad no podía ser completa, que la perfección no existía, que las sonrisas sólo eran momentaneas y que, muchas veces, ya no podía sonreir, que sonreía para mostrar una imagen falsa de sí mismo, que la felicidad que buscaba no podía ser posible. El pajarito recordaba a su dueño, lo extrañaba mucho, lo extrañaba como no pensó extrañarlo, pero ya no encontró el camino de regreso y tampoco hubo dueño que lo espere.

domingo, 26 de diciembre de 2010

Insomnio

Recuerdo que desde pequeño tenía algunas noches en que me era dificultoso dormir. No era siempre, creo. Recuerdo como me deprimia ver a los demás dormir y saber que estaba solo, despierto. Recuerdo que muchas veces trataba de hacer ruidos con algun objeto hasta depertar a mis padres para que me acompañen. Recuerdo que sólo se levantaban y me mandaban a dormir con un tajante ¡Duermete! para luego volver a su cuarto a seguir durmiendo. Recuerdo que lloraba muchas veces al saber que todos podían dormir y yo no.

En algun momento eso se fue y pude volver a dormir con más tranquilidad, podía dormir y hasta podría decir que dormía demás. Recuerdo las frases celebres de un primo.
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- Que buena vida, primo ah - me decía
- ¿Qué, no te gusta la competencia? - le respondía con una mirada somnolienta.

No recuerdo cuando volvió el insomnio, lo único que sé es que volvió. He vivido con él desde hace 2 años, creo, tal vez más. Hoy a vuelto ¡tamare! pensé que se había ido, pero no fue así. Tal vez no se fue, solo traté de burlarlo con algunas pastillas para dormir que ingeria durante la noche, las pastillas se han acabado y con esto han vuelto las amanecidas en las que estoy en mi cama sin saber que hacer, sin poder consiliar el sueño. Esta vez el insomnio volvió con un ingrediente agregado, el mal humor y la sencibilidad (bueno, la sencibilidad estuvo siempre en mí). El mal humor para algunas personas y la sencibilidad para otras.

A veces pienso en comprar más pastillas, pero en las farmacias sólo venden con receta. En consecuencia, y no porque quiera sino porque me veo en la oblicación de hacerlo, debo salir de mi insomnio por mi propia cuenta o sólo acostmbrarme (pienso que más cerca esta la segunda opción a la primera) .

Hoy, despues de salir de la computadora, seguiré leyendo un libro que aún no he terminado y que tengo que devolver. Mañana, quien sabe, espero que mi problema se vaya de una vez, pero quizás sólo me quede acostumbrarme a él.

viernes, 17 de diciembre de 2010

Adios Mamavito

Yo no la conocí... Ella, madre de la mamá de mi amigo, una señora a la que nunca puede ver el rostro se a ido. Se fue para cuidar a desde allá arriba a su familia. Para cuidar a la familia que hoy lo extraña, pero que no saben que ella esta más cerca de lo que creen.

Ahora, hago una pausa para recordar a dos personas que se han ido y que extraño muchas veces: Georgina (mi pequeña gran amiga) y mi abuelita (madre de mi mamá). Las recuerdo y aunque a veces las he olvidado, en mi soledad tambien forman parte de mí, siempre estarán en mi corazon. Algun día volveremos a vernos.
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Volviendo al tema, Mamavito, yo siempre había pasado por su casa y muchas veces había entrado, pero el verle el rostro siempre me fue esquivo, nunca se dió la oportunidad. Su voz en cambio, su voz si la había escuchado muchas veces, veces donde nunca fueron frases dulces sino más bien asperas.

- Que hacen tocando hasta tan tarde, muchachos del demonio, vallanse de acá - Nos decía cada vez que ibamos a ver a Jorge. Creo que muy en el fondo sabía que eramos (Jhon y yo) una mala semilla para él.

Fueron infinidad de frases que escuché y siempre era para botarnos de los alrededores de su hogar. No miento, era la pura verdad. Mamavito, usted siempre quizo a su familia y nadie lo puede negar. Hacia lo posible por cuidar su hogar y sobretodo a los suyos. Siempre escuche de usted cosas buenas, de una buena mujer que cuidaba a los suyos. Desde allá, arriba, donde los elegidos son los que llegan, estará velando por ellos, yo lo sé, ellos lo saben.

Señora, yo nunca pude conocerla fisicamente, pero siempre su voz se hiso notar, siendo usted y con esto me despido, por que veo la tristeza de su familia (mis amigos) y, tenga por seguro, usted siempre vivirá en sus corazones.